En su definición esencial, el error es lo que no sigue a lo correcto y que en realidad es falso o desacertado, aunque muchos errores, por ejemplo en la informática, pueden ser intencionales para verificar el funcionamiento de los sistemas.
En la industria aeronáutica, que incluye los servicios helicoportados, una de las variables es el error humano, el cual es definido como el hecho no intencional de realizar una tarea de forma incorrecta la cual puede, en potencia, degradar el sistema, ya que no involucran directamente al piloto ni a la tripulación de una aeronave.
No obstante, otra variable muy importante en esta ecuación de seguridad, se dirige a los procesos de mantenimiento. Lo que ocurre tras bambalinas dentro del hangar y que con la optimización de los procedimientos de mantenimiento es igual de importante que lo que sucede en la cabina de mando.
Para ilustrar la afirmación anterior, es necesario decir que hay tres tipos de errores que son comunes, que pueden relacionarse con cualquiera de los patrones de comportamiento en todo el proceso de seguridad:
1. Error por omisión: No realizar un acto o un comportamiento. Esto podría ocurrir con facilidad si el técnico está realizando tareas múltiples o se distrae, contestando el teléfono por ejemplo. El uso de las listas de verificación ayudará
a reducir este tipo de error; le da al técnico una herramienta para determinar dónde reiniciar una tarea una vez que haya hecho un alto en la realización de la misma.
2. Error por comisión: Sustituir un acto o un comportamiento. Esto ocurre cuando se introduce un camino más corto en la tarea, o se pasa de lado un procedimiento para acortar el proceso. Puede parecer que se ahorra tiempo y esfuerzo, pero puede ser causa de errores latentes. En otras palabras, tarde o temprano se pagan las consecuencias.
3. Error irrelevante: Realizar una acción o tomar un paso adicional. Esto tiene el potencial de crear errores si el paso extra resulta en una acción retrasada o fuera de tiempo. Mientras más partes tienen un aparato, más partes tienen la
probabilidad de sufrir un desperfecto.
Cuando el personal de mantenimiento ha sido enseñado o supervisado de forma inapropiada, toma un camino más corto, hace una suposición con conocimiento o es distraído, estos tipos de errores pueden ocurrir con facilidad y aún peor, pasar sin ser percibidos. De nuevo, la capacitación y la supervisión son su mejor defensa.
En Helifly, haber adquirido el SMS, implica evitar todos los procedimientos descuidados, no dirigidos, supuestos o ligeros que pongan el riesgo la seguridad del vuelo en los helicópteros.
De esta manera, no solo ha sido certificarse, sino día a día seguir los lineamientos y estar actualizados en los manuales de procedimiento, cambios y revisiones de los aspectos técnicos.
Finalmente, otro tipo de errores que han ocurrido en el mantenimiento a través de los años, encabezando la lista hay ocho errores de mantenimiento, los cuales se muestran a continuación, en orden de aparición: (Graber & Marx, 1992)
1. Instalación incorrecta de componentes.
2. La instalación de partes equivocadas.
3. Discrepancias en el cableado eléctrico (incluyendo conexiones cruzadas)
4. Objetos sueltos (herramientas, etc…..) dejados en el helicóptero.
5. Lubricación inadecuada.
6. Carenajes, paneles de acceso y cubiertas que no están bien cerrados.
7. Tapas de combustible o aceite, y paneles de carga de combustible sin asegurar.
8. Pines fijadores del tren de aterrizaje para manejo en tierra, que no se quitaron.
antes de la partida.
En Helifly, el compromiso con estos aspectos, es prioridad para que todos los clientes estén seguros al utilizar nuestros servicios. Próximamente, dentro de las metas corporativas la certificación ISO de la calidad se sumará a este trabajo.