Hace algún tiempo compartimos algo de este tema en nuestro blog, pero al tener un contenido de tanta trascendencia en nuestro quehacer, recurrimos de nuevo a esta información para trabajar con ella en el contexto de la organización.
Si bien caer en un error puede ocurrir en cualquier momento, es muy importante saber y prevenir aquellos errores que se pueden producir por no estar atentos a nuestro entorno y que a su vez pueden provocar cualquier tipo de falla por parte de nosotros.
En el sector aeronáutico estar atentos a los factores humanos que estamos expuestos, es un aspecto no solo trascendental; sino; que requiere un constante trabajo para lograr primero identificarlos, realizar constantemente estratégicas de prevención y capacitar a todos los colaboradores de cada proceso que intervienen en las operaciones.
Es así como encontramos la lista docena sucia (Dirty Dozen), término acuñado por Transport Canadá a finales de los años 80 y principios de los 90, debido al número de accidentes e incidentes atribuidos al mantenimiento de las aeronaves, identificando 12 factores que afectaban las habilidades del personal, de los cuales pueden provocar errores humanos en la ejecución de tareas.
La lista está compuesta por los siguientes factores:
- Estrés.
- Falta de comunicación.
- Fatiga
- Complacencia o exceso de confianza.
- Distracción.
- Normas informales o costumbres.
- Presión.
- Carencia de recursos.
- Falta de conocimiento.
- Falta de percepción o conciencia.
- Falta de trabajo en equipo.
- Falta de determinación o asertividad.
Para nosotros tener en cuenta todos estos factores y estar retroalimentándolos continuamente es vital, de esta manera se fortalece la cultura de seguridad y se hace inherente en la ejecución de tareas; siempre apoyados en una comunicación transversal que fluya en todos los niveles organizacionales, logrando que cada uno de los colaboradores estén con una alerta situacional alta, dispuestos a contribuir al mejoramiento permanente.
En la actualidad, estamos fortaleciendo cada uno de estos factores antes mencionados, siendo la comunicación el eje transversal del todo proceso; por medio de distintas entrevistas, encuestas y de actividades didácticas e interactivas, se busca hacer conciencia a los colaboradores de la repercusión que tiene cada labor realizada en la ejecución de las operaciones, logrando a la vez, reforzar distintos aspectos de seguridad que van desde lo operacional y administrativo, fomentando el autocuidado.
Así mismo, de las responsabilidades que tienen para evitar o mejorar algún factor que se presente, por medio de la utilización de distintas herramientas con las que cuenta la organización, reforzando siempre la seguridad; como el reporte operacional o el formato de fallos comunicación, con lo que generamos soluciones efectivas que ayuden a la debida gestión de la cultura organizacional.