Como sabemos, la seguridad en nuestro sector es el factor más imprescindible por el nivel de peligros y riesgo que conlleva el solo hecho de surcar los cielos.
Para llegar a ser considerados como el sector de transporte más seguro, siempre hay una pequeña probabilidad de que ocurra un hecho inseguro; por tal razón, a través de la historia de la aviación, se ha buscado herramientas y sistemas que ayuden a minimizar la posibilidad de que ocurra cualquier tipo de accidente o catástrofe.
En este nuevo post, hablaremos precisamente de la evolución de las herramientas y sistemas que son vitales para operar con tranquilidad, lo que se conoce en la actualidad como Seguridad Operacional.
Para empezar, es oportuno aclarar ¿qué es seguridad operacional? Definido en la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) como “Un estado en que el riesgo de lesiones a las personas o daños a los bienes, se reduce y se mantiene en un nivel aceptable, o por debajo del mismo, por medio de un proceso continuo de identificación de peligros y gestión de riesgos”. (Documento 9859 Ed 3. OACI.)
Tenemos que tener muy presente la última frase de la definición: “por medio de un proceso continuo de identificación de peligros y gestión de riesgos” ya que, la seguridad operacional no es una acción momentánea; no se realiza en el momento que surge un evento inseguro, está siempre en constante movimiento con el objetivo de prever antes de que ocurra el hecho.
Para llegar a lo anterior, la seguridad operacional ha evolucionado continuamente, dividiéndose en tres épocas:[1]
- Época técnica (1900 – 1960)
En los comienzos de la aviación, el hombre inventaba continuamente diferentes máquinas a las cuales le realizaban miles de pruebas para alcanzar la meta de volar cada vez más alto, por lo que, su objetivo principal no era evidenciar los factores peligrosos que perjudicaran la operación, si no las fallas técnicas y tecnológicas.
Por tal razón, el primer enfoque de las actividades de seguridad operacional fue orientado a la investigación y mejora de factores técnicos.
Ya en la década de 1950, las mejoras tecnológicas que surgieron, generaron un descenso gradual en la periodicidad de accidentes, así mismo, los procesos de seguridad operacional se ampliaron para abarcar el cumplimiento reglamentario y la vigilancia.

- Época de los factores humanos. (1970 – 1990)
Gracias al progreso de la seguridad operacional en cuanto a los avances tecnológicos y a las mejores de los distintos reglamentos en la aviación, la frecuencia de accidentes se redujo significativamente, convirtiendo a nuestro sector en un modo de transporte mucho más seguro.
En la búsqueda de la mejora continua de la seguridad operacional, las actividades se extendieron a otras aéreas, por lo que se incluyó problemas de factor humano, como la interfaz hombre-máquina.
Lo anterior obligó a que la búsqueda de información fuera mucho más allá de la que se había generado con los primeros procesos de investigación de accidentes, ya que, el desempeño humano seguía mencionándose como un factor recurrente en los accidentes.
En los comienzos de la implementación de los factores humanos, este tendía a centrarse en la persona, por lo que, se olvidaba el contexto operacional e institucional; solo hasta principios de la década de 1990 se reconoció que las personas operan en un entorno complejo, con múltiples factores que pueden de afectar su conducta.

- Época institucional (1990 – actualidad)
Explicada en el Manual de Gestión de la Seguridad Operacional de la OACI como:
“La seguridad operacional comenzó a verse desde una perspectiva sistémica, la cual era abordar los factores institucionales además de los factores humanos y técnicos. Como resultado, se presentó la noción de “accidente institucional”, lo que consideró el impacto de la cultura y las políticas institucionales en la eficacia de los controles de riesgos de la seguridad operacional. Además, los esfuerzos de recopilación y el análisis de datos tradicionales, que estaban limitados al uso de datos recopilados mediante la investigación de accidentes e incidentes graves, se complementaron con un nuevo enfoque proactivo para la seguridad operacional. Este nuevo enfoque se basó en la recopilación y el análisis rutinario de datos mediante metodologías proactivas y reactivas, con el fin de controlar los riesgos de seguridad operacional conocidos y detectar problemas de seguridad emergentes.
Estas mejoras formularon la lógica de avanzar hacia un enfoque de gestión de la seguridad operacional”[2]

Hay que aclarar un punto que es de vital importancia mencionar, en nuestro sector se acepta que siempre habrá un nivel de riesgo, pero éste se considera aceptable dentro de los márgenes de tolerancia permitidos por la autoridad aeronáutica. Por lo tanto, es ahí, donde entra a jugar un papel vital la seguridad operacional y las estrategias que una organización adopte para disminuir la ventana de riesgo.
Desde los comienzos de Helifly, uno de nuestros principales objetivos fue la implementación del Sistema en Seguridad Operacional y que este estuviera permeado en todos los niveles organizacionales, convirtiéndose en una cultura intrínseca en nuestros colaboradores, lo que nos permitió junto con otras acciones y procedimientos incorporados, la aprobación por parte de la Autoridad Aeronáutica Colombiana del SMS.
Para lograr dicho objetivo, tuvimos muy presente que antes de implementarlo en un papel, era necesario la concientización en nuestros colaboradores sobre los componentes de la Seguridad Operacional y el papel tan importante que juegan en el sistema, ya que las personas son los verdaderos protagonistas.
[1] Referencia: Manual de gestión de la Seguridad Operacional SMM, Tercera Edición, 2013. OACI
[2] Tomado de: Manual de gestión de la Seguridad Operacional SMM, Tercera Edición, 2013. OACI. Pág. 18.