El pasado 22 de abril se celebró el día de la tierra, el cual tiene como objetivo crear conciencia sobre los problemas de contaminación, la pérdida de biodiversidad, la superpoblación y otras preocupaciones ambientales que afectan constantemente nuestro planeta. Año tras año, el día de la tierra trae consigo nuevos retos cada vez más complicados para solucionar y enfrentar. Para el 2019, Naciones Unidas resaltó, “el cambio climático es una de las mayores amenazas para un desarrollo sostenible en el mundo”.
Este día puede pasar para muchos, inadvertido porque no es un día comercial, es un día de introspección; es decir, un día de la madre, del padre, de la mujer, entre otros, al tener una estrategia de venta, se hacen mucho más trascendentales que la necesidad de que como seres habitantes de este planeta nos revisemos y miremos el caos que generamos en todo sentido.
El poco valor de los recursos, como si nunca fueran a acabarse, la falta de solidaridad con los demás seres que vienen en camino, el ataque a los animales, y a nosotros mismos, generando un ecosistema que está a punto de colapsar.
Se ve muchas personas que aportan, juzgan y rechazan comportamientos nocivos, pero, en la gran mayoría no se concretan acciones en su día a día que puedan repercutir en algo positivo para la nuestra tierra.
Como todo en la vida, el cambio es dentro no fuera, si dentro de ti no cuidas tu tierra (tu cuerpo) tus pensamientos (semillas de lo que materializarás), tus palabras (aire), tus aguas que por la mala alimentación se tornan contaminadas…entre otros aspectos para analizar; todos estos factores, además de la poca atención a las acciones en pro de la protección de la tierra en general, crean una contaminación en vibración y en polución, por mencionar algunos aspectos.
Hoy nada nos falta, por lo menos en nuestra región, pero cuántos lugares NO gozan de lo que tu y yo disfrutamos. Agradecer es la clave para ser conscientes y actuar con coherencia, con amor y respeto para con nuestra tierra, que sin limitaciones nos ha entregado todo. Es hora de despertar y accionar con mínimas acciones que contribuyan a que el caos no sea tan abrumante.